• A esta familia la ha salvado que somos pobres.

Eso me decía un amigo hace dos días, son una familia de 13 hermanos, una familia cristiana y ahora..¡cómo les entiendo!. A veces, lo que hoy parece malo, pasado un tiempo no muy lejano, es una bendición. Ahora, muchas familias van a vivir la experiencia de la escasez y puede ser un castigo o una bendición según y cómo lo gestione y dónde ponga el foco cada familia. ¿Os acordáis cuándo ibamos al rio con la nevera?.

Decía una vez el Presidente de la Comunidad de Cantabria en una entrevista que le hacían en televisión, que un negocio familiar es indestructible, y le doy la razón desde que le escuché, una familia unida es una suma de recursos ilimitados, es una suma de refuerzos emocionales, y es la mejor justificación para pelear a muerte, y si hay que perder, saber hacerlo con humildad.

Solo el que renuncia a todo y sigue a Cristo encontrará el Reino de los Cielos dice la Biblia. Los tesoros de aquí son efímeros y destructivos. La pelea de la vanguardia siempre se pierde. Lo mejor, está siempre por venir, mire cómo está el campo. El que mira el campo y piensa que no existe un Dios creador de belleza, de armonía, de equilibrio, pues que quiere que le diga.

Cuando vengan las tormentas que faltan, y faltan muchas y fuertes, agárrese fuerte a su familia, cójanse de la mano, y remen juntos, siempre juntos. Confíen en la divina providencia, ÉL sabe antes que nosotros lo que necesitamos, pero nos lo da cuando toca y no cuando queremos. La vida es un camino de pruebas continuas, de esfuerzo continuo, como decía Santa Teresa de Calcuta, no importa lo que hagas, sino el amor que pones en lo que hagas, así que vayamos a ello.

Si alguien se siente tentado a la vida cristiana, que tenga en cuenta dos cosas: la primera, que es una lucha que empieza no termina nunca, y la segunda, que en las mayores dificultades y en los mayores peligros siempre estarán acompañados, tendrán al mejor socio posible, «El Jefe».

Buen fin de semana