No tengo bolita mágica, ni lo pretendo, pero contaré lo que siento, o mejor dicho, lo que presiento. Desde octubre hasta marzo del 2021, vamos a vivir un invierno frio y desapacible, de los de estar con los mocos colgando, pero no hablo de temperaturas, y sí, de todo lo demás.
Mis post casi todos experienciales, pero en este caso, como no soy de los de guardarme cosas dentro, me he tomado la licencia de elevar la vista al cielo e intuir que día hará mañana, así que, dele la importancia justa a este post, además, hoy es viernes.
Mantener el tipo en el trabajo, será un gran negocio, mantener la familia unida, será un gran negocio, mantener a los políticos construyendo, sería un gran negocio, y como no, mantener los negocios con sus constantes vitales, sería un buen negocio. Ahora hemos cogido peso casi todos, tranquilos, lo vamos a perder en breve.
Los moratones del accidente de ahora, saldrán en el primer trimestre del 2021, ahí se verá el verdadero alcance de la “otra pandemia”, lo del automovil, ya lo escribí en la revista Coches y Caprichos en noviembre del 2019, pero esto solo acaba empezar, así que piense en una cosa, con lo que lleguemos a abril, es con lo que vamos a tener que construir, también hablo de valores.
¿Qué pido? ¿Qué me gustaría?
Sensatez y paz social lo primero, eso depende de nosotros, coherencia política lo segundo, y eso depende de los que hemos votado, familias como piñas, eso lo tercero, así que paciencia y generosidad, y como lo que da Dios es todo lo demás y refuerza lo primero, para eso pido confianza en él, o sea, Fe ciega o Santa Indiferencia, como dijo San Ignacio de Loyola.
Buen fin de semana