Muchas veces nos pasamos de frenada a la hora de contar con todo tipo de detalles lo que hacemos, queremos explicarlo todo, y no nos damos cuenta, que a poquito y sencillo que pongamos, el resto el cerebro ya lo pone.
Digo esto, porque es una desviación que tenemos los que nos dedicamos a vender y dar brillo a productos o servicios, a veces queremos pintar la silla verde de rojo para venderla, cuando en realidad lo importante para venderla es ponerla la vista del mayor número de clientes posibles.
Cuanto más claro pongamos lo que hacemos, menos recorrido tendrá que hacer el mensaje, es como la distancia entre dos puntos, pues eso, la línea recta también vale para la comunicación, el marketing y las ventas.
Lo digo en mis cursos, si un niño de 5 años y una persona de 80 años lo entienden, lo entenderá todo el mundo. Es una prueba sencilla de hacer y al final es como la prueba del algodón. Cuando haga un “folleto” por decirlo de la manera más coloquial, déselo a leer a cualquiera de estos perfiles, si pasa ese corte, pasará también el corte del mercado.
Buen día.