Se puede comprar por precio, o por calidad de servicio, por necesidad o por debilidad; compre por la razón que sea, hay cosas que conviene no escatimar en lo “invertido”, como en lo que menciono en el título de este post, puesto como dice mi amigo JLV, lo uno, te cuida a ti, y lo otro, cuida a los demás.
A raíz de este título me viene a la cabeza las compras de un amigo mío hace 25 años, un chico de pueblo, un hijo de ganadero y agricultor, y sabio en sus pensamientos y decisiones. Él, compraba poco, y pocas veces, pero cuando lo hacía, no escatimaba ni el precio, ni la calidad. Si se pone uno de los “Polos” que compró hace 25 años, estoy seguro de que no solo le están bien, sino que no pasaron la moda, puesto que pertenecen a una de esas marcas que no cambian patrones.
Hay cosas que cuestan más, pero a la larga son más baratas.
Está infravalorada la cultura popular, y no digo nada ya de la cultura popular de la gente de pueblo, ellos, como los jubilados, darían lecciones de economía aplicada a los mayores expertos de economía que presumen de título y lucen la chapa.
Jubilados y agricultores, dos razas a tener en cuenta en sentido común, austeridad, y sensatez.
Todo está escrito, solo hay que beber de la fuente adecuada.
Génesis 41, 33
Por tanto, que el faraón busque un hombre sabio y prudente y lo ponga al frente de Egipto;