Hoy soy director de cine, además, tengo un trabajo para usted, hay libres dos papeles y usted va a elegir a qué casting se presenta, es libre, es voluntario, y con su formación, puede optar a los dos, con ligeras diferencias, pero eso se lo explico ahora.

El primer trabajo es de oveja, este es fácil de hacer y el casting es poco estricto: sale cuando se lo dicen, entra cuanto le dan la orden, come a una hora fija y cada día, además, una vez al año le dejan más guapo que la leche; una vida fácil, es más, si un día le duele la tripa, se puede quedar en casa y le seguirán dando de comer. La interpretación también es sencilla, es un trabajo seguro y un sueldo garantizado, solo hay un pero, el día que menos se lo espera, llega alguien, le monta en un camión y su papel se termina sin previo aviso, entre otras cosas, porque hay muchas ovejas disponibles siempre, pero es que, aunque hubiera pocas, el papel de la oveja en mi película es limitado en el tiempo, eso si, se vive bien, mientras se vive.

El segundo trabajo es de pastor, este, tiene trabajo todo el año, todos los días, incluso los domingos, y es un contrato de larga duración, pero lo malo es que en este papel, el actor tiene que saber varias cosas: tiene que liderar a su rebaño, tiene que tener a sus perros bien adiestrados para cuando aparezcan los lobos, saber dónde hay pasto y dónde no, incluso en épocas de “mal año”, y si un día decide no trabajar en la obra, tiene que pagar de su bolsillo a otro actor que le sustituya, tiene tanto trabajo y tan seguro, que hasta los días de fiesta tiene que salir al escenario, sobre todo el los días complicados.

Pregúnteme, le veo con cara de curiosidad:

  • ¿No tiene trabajo para hacer un día de oveja y otro de pastor?
  • Sí, lo hay, pero ese papel se llama “Resto”.
  • ¿Resto?, ¿Qué es eso?. Explíquemelo por favor.
  • Resto, son todos aquellos que no son ni los excelentes, ni mandados, para estos papeles no me hace falta ver su trayectoria, casi con verle entrar por la puerta ya sé si puede pertenecer a este grupo.
  • ¿Cómo?
  • Si mire, «Resto», son aquellos que siempre van al ritmo que tocan los demás, no pueden exigir nunca, y dependen siempre de otros para sus propias decisiones, digamos que son esclavos de ellos mismos, de su pereza, de su falta de valor, de su acedía.
  • Ah…
  • Veo que tampoco te interesa el papel de «Resto», ¿verdad?
  • Me lo pienso, todavía me queda paro y luego cobro ayuda familiar, pero no me disgusta.
  • Vale majo, pues cuando se le termine el paro y la ayuda familiar, !ni se le ocurra llamarme!.

Y yo te digo ahora, ¿y usted? ¿Qué papel quiere?.

No tengo mucho más que decir, salvo una cosa, los pastores, tenemos y debemos de llevar y guiar siempre a las ovejas, las buenas y las no tan buenas, por buenos y malos caminos, debemos de acompañarnos de buenos perros y debemos de conoce siempre dónde hay buenos pastos, y si alguna vez se pierde o se extravía alguna de las ovejas, debemos de ir por ella y devolverla al resto, eso es ser pastor, un buen pastor.

Buen día

Mateo 12, 11
Él respondió: —Supongamos que uno de vosotros tiene una oveja y un sábado se le cae en un hoyo: ¿no la agarraría y la sacaría?