Sé que hoy este post lo vais a abrir más de los habituales, ¿por qué?, porque va al límite, porque os he tocado las narices. La frase del titular, no es mía, es de mi amigo Gabriel, pero no puedo estar más de acuerdo con él. Hay otra frase de este corte que me encanta y la hago mía continuamente, la oí a un reconocido publicista de nuestro país: “Si tu mensaje no molesta a nadie, tal vez no le importe a nadie”.

Cuando hagáis publicidad tened en cuenta que la comunicación que utilizáis tiene que tener un objetivo: branding, ventas, llámadas, visitas a tiendas, etc… pero sea lo que sea, tiene que tener “PUNCH”. Esto, a veces nos obliga a llegar cerca del precipicio, porque muchas veces lo correcto socialmente no es efectivo, la comunicación no es gastar, la comunicación es una palanca que nos ayuda a conseguir un objetivo, ¿cuál?, el que deseéis.

Comunicación, marketing y ventas, forman parte de un micromundo, en el que, con el objetivo de influir a los demás, tenemos que buscar una reacción en los otros.

Ahora, revisad el mensaje que estáis dando al mercado:

¿Es claro?

¿Es directo?

¿Es atractivo?

No sigo, porque yo vivo de esto precisamente, de ayudar a empresa y personas a conseguir eso que a veces, ni ellos mismos saben.

Buen día

Mateo 13: 9-13
El que tenga oídos, que oiga». Los discípulos se acercaron y le preguntaron:
—¿Por qué le hablas a la gente en parábolas?
—A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no.
Al que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia.
Al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.
Por eso les hablo a ellos en parábolas:
»Aunque miran, no ven; aunque oyen, no escuchan ni entienden.