Tengo una obsesión en mi profesión, ser concretos y a la vez higiénicos en la información que producimos. Un día, hace muchos años, me dijo Luis Martín, un tipo listo e intuitivo y entonces director de TV Segovia, una frase que todavía salta en mi mente con claridad cuando trabajo para mis clientes:

  • Ángel, pase lo que pase, al día siguiente todo el mundo se habrá olvidado de lo de ayer, la información que producimos se come todo.

O sea, estamos en una guerra mediática tan bárbara, que no somos capaces de consumir toda la información que se produce, y por lo tanto, y como diría San Ignacio de Loyola, «si no hay silencio, no hay discernimiento».

Durante un tiempo, tuve en mi móvil una aplicación de gestión del tiempo, en ella, veía continuamente el tiempo que pasaba en los diferentes portales y canales de internet, solo les digo una cosa: cancelé todas mis cuentas en RRSS. Hoy sigo marcas que me interesan, pero no interactúo con nadie, no agrego a nadie, para mí solo son un escaparate o una ventana por la que saco la cabeza, miro y tomo nota. No crea a pies juntillas lo que lee, ve o escucha en medios y RRSS, porque, o será mentira, o está pagado, o como mínimo, le informará con una intención, y a veces esa intención, no es la de ayudarle, sino la de ayudarse. Toda la información que se produce tiene una intencionalidad, que no se nos olvide, incluso estos post.

Si usted hace botijos, dedique su tiempo a mejorar el botijo que fabrica, y no haga mucho caso a los cantos de sirena que lo único que quieren es “su tiempo” para luego ellos, convertirlo en dinero, ¿Lícito?, sí, pero, ¿es bueno para nosotros? La respuesta es suya.

En el ruido no hay descanso. Ya me callo. Buen día.