Ayer hablaba de que menos es más en comunicación, pues bien, hoy hablaré de aparentemente, lo contrario, pero digo y escribo, aparentemente. El objetivo de “la comunicación” a través de sus diferentes modos de expresión, es el arte de hacer sentir nuevas o viejas sensaciones, de la manera más sencilla posible, pero en definitiva, comunicar es sacar a los demás de un estado de letargo.

Comunicar se puede hacer y se hace montando un ramo de flores, fabricando un mueble, escribiendo un libro, etc.. Comunicar lo hacemos todos y cada día, puesto que nuestro cerebro registra todo lo que recibe y lo mete en su almacén de carpetas, pero los que nos dedicamos a hacer de la comunicación una forma de vida, somos un poco más tiquismiquis que el resto, puesto que sabemos que el disco duro del cerebro, humano a partir los 40, ya no graba, o al menos, no lo hace con la misma facilidad que cuando teníamos 20 años y navegamos siempre en aguas bravas.

Hoy les dejo una foto que pude hacer este año en Los Ángeles (California), de ella me llamó la atención la “poca vergüenza” que tienen los americanos a la hora de comunicar, la verdad es que son criticables por muchas cosas, como cada pueblo, pero en el aspecto del marketing y las ventas, para mí, siguen siendo “los maestros”, sus obligaciones y forma de vida, les obliga a estar continuamente en horizonte 2.

Buen día

Segundo libro de Crónicas

Cap 2

De todos modos, envíame un hombre que domine el arte de trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la escarlata, el carmesí, la púrpura y que sepa grabar. Trabajará con los artesanos que preparó mi padre, David, y que están a mi disposición en Judá y Jerusalén.