Antes de marcharnos de vacaciones, comprarnos un coche o una casa nueva, todo es bonito, el cerebro nos lleva a un lugar mejor del que en realidad es eso que pasará, él quiere su dosis, y por eso alimenta los deseos con fuerza, esto lo sabemos bien aquellos que somos creadores de sueños. Si alimentas un sueño con fuerza y plantas bien esa semilla en el cerebro del otro, esta, crecerá hasta convertirse en un árbol grande y frondoso.

Del mismo modo que cuando tenemos problemas en el trabajo, en la pareja o en la familia, el cerebro, a veces, todo nos lo complica, todo se nubla, y parece que lo que viene por delante no seremos capaces de superarlo, y nos tiramos días, meses y años, sufriendo como perros.

En uno y en otro caso, puede que ninguno de los dos hechos hayan sucedido, pero el cerebro nos ha engañado de nuevo y nos lleva al lugar donde él está bien, él quiere su premio, en el primero su alimento es el sueño y con eso el cerebro tira, y en el segundo caso, al aumentar la ansiedad y el malestar generado por el miedo, la incertidumbre o el dolor, comeremos más, fumaremos más, y daremos placer al cuerpo, eso es lo que ordena el cerebro, dame más, dame más, dame más…!estoy sufiendo! dice, y eso no le gusta nada.

¿Por qué hacer tanto caso al “cerebro tramposillo”? ese, que nos lleva de un lugar para otro como perrillos en busca de su alimento, a veces muy caro, por cierto, y con ningún otro fin que él encuentre su dosis, pero ¿y el Alma?, ¿quién la cuida?, ¿dónde quedan el descanso, el alimento sano y el ejercicio?

Sin estas tres cosas y UN TOTAL ABANDONO a la voluntad de Dios, el karma, o como lo quieran ustedes llamar, La Verdera Calma, no llegará nunca, y aun así, cuestas un montón, ¿verdad?.

Sé que el cerebro no quiere La Calma, porque el cerebro maneja al personaje, La Calma la requiere El Alma, que es nuestra esencia, y que está muchas veces subyugada a la voluntad del “cerebro traposo, diablo o tentación”.

Buena semana y buena vuelta a todos de vacaciones…

P.D.- No hay ninguna base científica para esto que escribo, ni está avalado por ninguna prestigiosa revista o universidad famosa, pero les aseguro que no es un copia pega, ni lo busqué en internet.