¡Cuánto nos cuesta escuchar la opinión de otro si es distinta de la nuestra!, ¿verdad?, y es que nuestro cerebro ya tiene las carreteras marcadas por las que camina con relativa calma, pero el hecho de que nos digan, que se puede caminar de otro modo, o por otro camino, es un shock para nuestra mente, sobre todo, cuando tu velocidad de crucero es alta.

Ser muy testarudo tiene ventajas y desventajas, ser muy flexible tiene ventajas y desventajas, y ser mezcla de testarudo, y flexible cuando toca, es un milagro, así que cuando descubra como se hace, se lo cuento, ahora me quedo o en el escenario 1, el 1.5 no lo manejo todavía. No es un lloro, es ver mis vergüenzas, creo que solo así podré mejorar.

Reflexión..

Escuchar y ser flexible es fácil si vas a 90km/h, lo difícil es escuchar cuando vas a 180km/h y tu atención está puesta en lo que haces en ese momento, y prestas toda tu atención en lo que estás haciendo. Tal vez el punto ideal sea 120km/h, tal vez.

Dice el Papa Francisco que no hay humildad sin humillación, pero también quiero decir yo que ¡jope qué difícil es ser perfecto!.

Sigamos caminando pues..