Muchas veces vamos como autómatas al trabajo, en la mayoría de las ocasiones, echamos la culpa a los de arriba, a los de abajo y a los de los lados de la falta de compromiso, pero ¿y nosotros?.

Se nos olvida la fuerza tractora que tiene una persona que cree en un proyecto esté en el lugar que esté del organigrama de la empresa. Cuando dejamos de echar la culpa a otros de los sentimientos que tenemos, entonces somos responsables de nuestras propia vida, y estamos haciendo un uso responsable del don de «la libertad», libertad de pensar, libertad de elegir, libertad de no juzgar, etc..

Confiar más en nosotros, confiar en el sueño de otro, fuera el que fuera, es una energía que ningún curso de formación puede dar.

Cuando doy cursos de ventas, los que me contratan quieren, a veces, que sus equipos tengan el compromiso y la fe que ellos no tienen, porque a veces quieren poder, a veces dinero, a veces contactos, pero no fe en un fin mejor y que beneficie a otros, así que mal camino y eso se ve, lo ven todos.

Buen día de Todos los Santos, y aunque seamos más de padel que de misa, estos días seguro que podemos hacer una excepción.