Todos nacemos siendo, unos nos dedicamos a lo que somos y otros peleamos en el infierno de un mundo al que no pertenecemos, ¿es esta la clave de la felicidad? yo no lo sé.

Con respecto a esto, tengo una certeza absoluta, yo puedo haber sido un magnífico vendedor en el pasado, pero como no mantenga constante lo que me dio éxito, no volveré a ser lo que fui, es decir, que éxitos pasados no garantizan éxitos futuros, además, les daré una razón más de paso para este razonamiento; somos como deportistas de élite, nuestra profesión no es nada mecánica, y esto es así porque debemos de enfrentarnos cada día a personas distintas y eso es lo que la hace realmente chisposa, lo cual nos obliga a tener el radar calibrado perfectamente.

Si cuesta un mundo desarrollar habilidades y destrezas trabajando de forma ordenada y disciplinada, no cuesta nada perder la forma, perder ese punto de gracia, ese punto solo se alcanza en momento en el que todo se alinea.

¿Cuál es mi consejo en este texto? Revisa cual es el ritmo que puedes mantener de manera constante, porque una vez oí decir: «arrancadas de caballo, paradas de burro» y eso es lo peor que hay en los negocios y en las ventas, y siempre que puedas, ayuda a los que te rodean, ya que no se puedes ser un «buen vendedor» y a la vez «una mala persona» por algún lado termina rompiendo el cuenco.

Ángel Escribano Gómez

Marzo 2019