La Inteligencia artificial es una realidad que está presente en nuestra sociedad desde 1956. Los dispositivos móviles que llevamos encima hasta para ir al baño, están siendo el medio perfecto para convertirnos, a cada uno de nosotros, en un target único. Quiero enumerar algunas de las herramientas que sirven hoy a la comunicación, el marketing y las ventas y que se usan de manera cada vez más frecuente en las empresas para captar clientes:

  • Microsegmentación
  • Microdemanda
  • Microcampañas
  • Microanalíticas
  • Microresolución
  • Programas de escritura automática
  • Generadores de tráfico web
  • Publicidad programática
  • Automatismos integrados en el CRM
  • Optimizadores de anuncios
  • Etc..

Estas y otras herramientas que irán apareciendo cada día  son la realidad con la que convivimos hoy los vendedores, pero ¿dónde queda ese vendedor que tiene que concertar una entrevista o ese al que se le entregan un formulario de alguien al que le interesa nuestro producto o servicio?.

Pues mi visión sobre este particular es, que a pesar de que es rápida e imparable la irrupción de las herramientas digitales y de la inteligencia artificial, entre otras cosas por un tema de “Retorno/inversión” y “gestión del tiempo”, el ser humano tiene mucho que decir por el momento, pero eso sí, de un modo distinto, tiene que buscar su sitio en este nuevo partido, ya que las reglas están cambiando.

¿Dónde y cómo somos útiles en la nueva sociedad?

Pues en todo lugar, pero siempre y cuando seamos palanca real en la empresa, complementado las herramientas digitales, con calidez y calidad humana, es un tema milenario, es algo tan sencillo como hacernos presentes en la vida de las personas que nos rodean y permanecer ahí tan solo por seguir siéndoles útiles, o como decía Dale Carnegie, “el aprecio sincero”, en ese terreno las máquinas y la inteligencia artificial patinan.

Cada vez estamos más faltos de valores y de amor ajeno, y es este último, sin duda, el que determinará la diferencia del crecimiento de las empresas. Más pronto que tarde, todas las empresas estarán automatizadas de la misma manera, y ahí, el ser humano, volverá a ser la diferencia, pero eso sí, siempre que nos olvidemos de nuestra soberbia.

Buena semana y buen fin de mes