Lo cierto es que pensaba haber escrito este artículo mañana lunes, pero no me puedo aguantar, ya he sacado el color de la imprimación del coche de tanto limpiarlo, eso sí, en el garaje de mi casa, así que voy con ello.
Estos días o meses, tenemos sólo dos opciones: podemos ser «PACIENTES en casa», es decir, tener paciencia, comprensión, generosidad, calma, y no pensar mucho más que en pasar el día lo mejor posible, porque cualquier plan a medio o largo plazo es una suma tontería, o bien, hacer lo que han hecho ya más de 100.000 españoles IMPACIENTES, que con cualquier excusa imposible de creer, han salido de casa a «darse una vuelta» pero en realidad, lo que han hecho ha sido poner en riesgo a todos los demás, haciendo que de «PACIENTES en casa», podamos pasar a «pacientes en el hospital».
La verdad, me quedo con el team «PACIENTES en casa», no se está tan mal; comida, calefacción, tv, internet, ¿qué queremos?, ¿ni esto lo podemos aguantar? claro que lo vamos a aguantar, porque no hay humildad sin humillación, y el Señor a cada uno de nosotros nos da en dónde más nos duele, para recordarnos que, esto, que llamamos vida, es un regalo, el mayor regalo,
Si a mí el diablo, estos días, me viene a buscar por los dulces, el juego, el alcohol, o el tabaco, no me encuentra; pero él sabe muy bien dónde me tiene que buscar para encontrarme, él sabe muy bien que soy un «pecador profesional», él sabe dónde remover para qué me pierda y me aparte de la luz para ir a la sombra, y eso mismo hará con todos nosotros, también estos días, y para cada uno “la sombra” es una cosa.
Pero tenemos una ventaja, no la olvidemos, el Señor siempre está ahí, es nuestro padre y nos quiere por encima de todos, no quiere que el Diablo gane, él es el más PACIENTE y MISERICORDIOSOS de todos, pero no va a cogernos de la mano al menos que nosotros se lo pidamos, y entonces, solo entonces, llamará a la puerta de nuestra casa, entrará, y nos asistirá.
Buen domingo