Cada uno elige el modo en el que invierte el tiempo de su vida. Podemos hacer lo que queramos, ese es el libre albedrío, pero nosotros muchas veces gastamos, más que invertir el tiempo, o dicho de otro modo, tiramos y regalamos el tiempo contando o leyendo cosas en redes sociales que no aportan gran valor a la vida de nadie, salvo a aquellos que por algún impedimento no pueden relacionarse personalmente con otras personas con facilidad.

Creo que tenemos que ser más cuidadosos, además, creo que debemos de hacerlo en doble dirección: contanto cosas que aporten valor  a los demás y eligiendo muy bien lo que decidimos meter en nuestra cabeza, ya sea a través de redes sociales, a través de cualquier otro tipo de medio de comunicación, y por supuesto, a través de relaciones personales.

En el barrio en el que me crie, hay un mesón en el que se come de cine, tiene unas croquetas únicas en el mundo, «Casa Paco», no tienen redes sociales, ni falta que les hace, en la Calle Real de mi ciudad, hay un bar que hacen unas torrijas que deberían de ser Patrimonio de la Humanidad, el lugar se llama «La Tropical», más de lo mismo, les aseguro que son tan buenas que quitan el sentido, sencillamente son únicas. En ninguno de los dos casos les hace falta la sobreventa, con el boca-oreja les vale.

Lo primero que debes de hacer es preguntarte:

¿Qué vendes?

Lo segundo:

¿es realmente bueno?

Lo tercero:

Tte has molestado en saber las cualidades de tu producto?

Lo quinto:

¿estás enamorado de eso que lo hace distinto de otros?

Si esto no es así, no pierdas el tiempo el pinterest, instagram, facebook o en cualquier otro «caza tontos» de la red, y digo «tontos» porque nos roban de la vida, lo más valioso que tenemos, «el tiempo», y es el tiempo el que convertimos en dinero, amor, felicidad, aficiones, etc..

La publicidad y las redes sociales son un altavoz, nada más, si el producto es malo, no le convertiremos en bueno por contar mentiras, si somos cansinos en redes sociales, podemos cargarnos el producto y sus bondades, hagamos y respetemos el crecimiento natural de nuestro producto en relación a la reacción de clientes satisfechos, la publicidad tiene sentido cuando el producto está maduro, probado, y creamos la una propuesta única de venta claras, si salimos al mercado sin el producto hecho, la publicidad y rrss:

– No nos hacen más listos

– No ayudan a crear relaciones de calidad.

– No mejoran el persona a persona.

– No mejora nuestro estado de ánimo, EL DEL ALMA.

– No nos mantienen informado de lo importante, porque ¿Qué es importante?

– No visitan a nuestra madre.

– No abrazan

– No besan

Un abrazo y buena semana

Febrero 2019