Vendedor o empresario, me da igual, ya ha empezado la pelea real, para unos la de caer, para otros la de sostenerse y para los menos, la de crecer, pero en cualquiera de los tres casos, es momento de sacar o pedir recursos que posibiliten continuar.

El vendedor tiene que ser consciente de que ahora, más que nunca, tiene que hacer valer sus cualidades, su presencia, su organización y sobre todo, su capacidad de sacrificio, porque vienen tiempos duros y no se va a terminar la tormenta en dos meses.

Es un gran momento para los vendedores de raza, para los cerradores, para los que trabajan con ilusión, para los que creen ciegamente en su empresa, para los que llegan antes que su jefe y se van después, para los que se visten cada día como el día que fueron a la entrevista de trabajo, para los que los problemas son retos, para los que los chismes es materia barata.

Suerte a todos y adelante…