Todos nos sabemos muy bien la teoría de lo que nos beneficia o nos perjudica, y es igual que tengamos 90 o 150 de CI, todos sabemos que después de unos pocos años de vida, aquello que nos gusta mucho, mucho, mucho; unas veces nos engorda, otras nos mata y casi siempre nos perjudica, pero ¿qué hace que no nos manejemos bien esta secuencia en la vida? un alterado estado de la mente provocado por un fuerte e irresistible deseo de conseguir algo que nos dará mucho placer y generará endorfinas, dopamina, serotonina, etc..(placer para el cuerpo pero no para el alma)

Si algo puedo decir al respecto, es que yo, solo mantengo cierto control de mi vida cuando consigo un estado de calma profunda en mi alma, que además coincide con un estado en que me resperto a mi y a los demás, pero para mi desgracia es en muy pocas ocasiones cuando consigo llegar a estado. Soy un !Gran Pecador! sé muy bien lo que me perjudica y aún así, de vez en cuando lo hago, o sea que, no es un artículo con el que pretenda dar lecciones, tal vez solo una excusa para volverme a mirar en mi interior.

El trabajo que tenemos por delante es mantenernos en un estado de calma que nos permita girar el barco antes de darnos con la roca, por mucho que nos guste el faro que vemos y que nos atrae irremediablemente hacia él y lo ideal será o sería que cuando veamos el faro de lejos, directamente giremos el barco, puesto que ya es algo que no queremos para nuestra vida.

No es nada fácil, lo sé, pero si por algo merece la pena vivir es por dar la vida por los demás despreocupándose de nosotros mismos, eso es santidad, llenarse del bien es la mejor manera de no hacer el mal, a otros o a nosotros mismos, esa es la clave que haría que el mundo de los humanos fuera mejor, pero creo que las fuerzas oscuras nos arrastran continuamente hacia el faro y las rocas.

Seguiremos trabajando.